Estimados amigos y amigas, hemos traducido para ustedes algunos apartes de la charla ‘We Should All Be Feminists’ de la escritora nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie. Ella habla principalmente sobre lo que ocurre en Nigeria y en el continente africano en cuanto a género, sexualidad e igualdad. No obstante, este tipo de situaciones tambien ocurren en nuestro país. ¿Qué opinan?
1. Literalmente los hombres gobiernan el mundo. Esto tenía sentido hace miles de años atrás porque vivíamos en un mundo donde la fuerza física era el atributo más importante para sobrevivir. No obstante, hoy vivimos en un mundo totalmente diferente. La persona más idónea para ser líder no es la que tenga más fuerza física sino la más creativa, más inteligente y más innovadora. Todos sabemos que no hay hormonas que produzcan ese tipo de atributos.
2. Nosotros como sociedad les enseñamos a las niñas a menospreciarse a sí mismas, a sentirse inferiores. Les decimos, “ustedes pueden tener ambiciones, pero no muchas. Piensen en ser exitosas, pero no muy exitosas, porque de otra manera espantarían a los hombres”. ¿Qué tal si cuestionamos ese planteamiento? ¿Por qué el éxito de una mujer representaría una amenaza para el hombre? ¿Qué tal si simplemente eliminamos ese tipo de ideas?
3. El matrimonio puede ser algo bueno. Puede ser una fuente de alegría, amor y soporte mutuo, pero ¿por qué les enseñamos a las niñas a que aspiren a casarse y no hacemos lo mismo con los niños? El lenguaje del matrimonio es generalmente un lenguaje de posesión más que un lenguaje de colaboración. Usamos la palabra ‘respeto’ para decir que es algo que la mujer le debe mostrar al hombre, pero no decimos que el hombre también debe mostrarle respeto a la mujer.
4. Como sociedad criamos a las niñas para que compitan entre ellas, no por empleos, ni por logros -lo cual puede ser algo bueno- sino por la atención de los hombres. Les enseñamos que no pueden ser seres sexuados en el mismo sentido que lo son los niños. Si tenemos niños, no nos importa saber que tienen novias. Pero la cosa es muy diferente cuando se trata de los novios de nuestras hijas. Y como si fuera poco, esperamos que nuestras hijas traigan a casa a ese hombre perfecto que será su esposo.
5. Como sociedad controlamos a las mujeres, alabamos que sean vírgenes, pero no hacemos lo mismo con los hombres, sabiendo que el asunto de la pérdida de la virginidad es algo que aplica para ambos géneros.
6. Recientemente una joven fue violada en una universidad en Nigeria. La respuesta de muchas personas, tanto hombres como mujeres, fue algo parecido a esto: “Sí, violar está mal, pero ¿qué está haciendo una joven en un cuarto acompañada de chicos? La terrible inhumanidad en ese tipo de respuestas muestra que las personas que dicen eso fueron criadas pensando que las mujeres son inherentemente culpables, fueron criadas para esperar muy poco de los hombres, creyendo que es normal que los hombres se comporten como seres salvajes sin ningún tipo de autocontrol.
7. Les enseñamos a las niñas a sentir vergüenza: “¡cierren las piernas!, ¡tápense!”. Las hacemos sentir como si por el hecho de haber nacido mujer ya fueran culpables de algo. De esta manera, las niñas se convierten en mujeres que no pueden decir que ellas también tienen deseos. Crecen siendo mujeres que se silencian a sí mismas y que no pueden decir lo que realmente piensan. Y lo peor de todo es que se convierten en mujeres expertas en aparentar lo que en realidad no sienten.
8. Miremos por ejemplo el caso de las tareas domésticas. En general, las mujeres son las que hacen los oficios caseros -limpian y cocinan-. ¿Pero por qué debe ser así? ¿Acaso las mujeres nacieron con un gen para la cocina? ¿O lo hacemos porque históricamente su rol principal ha sido en la cocina? De hecho, pensaba que tal vez las mujeres sí habían nacido con el gen para cocinar, pero entonces recuerdo que la mayoría de los mejores cocineros del mundo, a los que les damos el elegante título de “chefs”, son hombres.
9. ¿Qué tal si al educar a nuestros niños, nos enfocamos en sus habilidades en lugar de su género? ¿Qué tal si nos enfocamos en sus propios intereses? Conozco una familia que tiene dos hijos -un niño y una niña. Cuando el niño tiene hambre, los padres mandan a la niña a que le prepare algo de comer a su hermano, puesto que como ella es mujer, entonces tiene que hacerlo ¿Qué tal si los padres, desde un comienzo, les enseñaran a ambos a cocinar? De hecho es una buena habilidad para cualquier niño. No tiene mucho sentido dejar en manos de otro algo tan importante como es la habilidad para alimentarse a sí mismos.
10. Conozco a una mujer que tiene la misma profesión de su esposo. Cuando ambos regresan del trabajo, ella hace la mayoría de las tareas domésticas, lo cual es algo que sucede en la mayoría de los matrimonios. Pero lo que más me impresionó acerca de ellos, es que cada vez que el esposo le cambiaba el pañal al bebé, ella le daba las gracias. Entonces me pregunto, ¿qué tal si ella viera como algo normal y natural el hecho de que todo padre debe cuidar de su propio hijo?
11. Algunas personas dicen, “ah, pero las mujeres tienen el verdadero poder, el poder de abajo”, lo cual se refiere al hecho de que las mujeres pueden usar su sexualidad para obtener favores de los hombres. Lo cierto es que el “poder de abajo” no es para nada un poder, puesto que el hecho es que la mujer presta su cuerpo para acceder al poder que tiene otro.
12. Finalmente, algunas personas piensan que es algo cultural el hecho de que las mujeres estén subordinadas a los hombres. No obstante, vale la pena recordar que la cultura es algo que cambia constantemente. La cultura no hace a la gente, es la gente la que hace la cultura.